Son Ti-grillos unos campeones muy feroces

Fue la noche del pasado jueves 18 de abril, cuando ambas escuadras integradas por jugadores
mayores de 35 años y con muchos kilómetros recorridos en el fútbol rápido y fútbol 7 para disputar el ansiado título.

Solo bastaron unos segundos del comienzo del encuentro, para que los peligros constantes se manifestaran sobre ambas porterías, donde los postes, los travesaños además de los arqueros jugaron un papel muy importante para que no cayeran anotaciones en ninguno de los dos lados.

Hasta que finalmente, en el minuto 12 del primer tiempo, luego de un certero remate de cabeza, Francisco Flores pondría el 1-0 en el marcador favorable al Areboy, anotación que caería como balde de agua fría sobre los Ti-grillos que eran los dominadores del partido en ese momento.

Las acciones continuaron con la intensidad ya en el segundo tiempo, sin que la pizarra tuviera un nuevo movimiento, fue luego de un potente disparo en una rápida descolgada, que se estrellara en la humanidad del arquero del Areboy, quien topó en los botines de Erick “El Kire” Flores de los Ti-grillos quien solo lo empujara hasta el fondo de las redes para igualar 1-1 el partido, marcador que prevaleció hasta el final del mismo obligando a la definición del punto del tiro penal.

Dio inicio el primero de los tres tiros obligatorios de la tanda de penales, donde los tiradores de ambos equipos erraron en su anotación, pero ya en la segunda ronda los Ti-grillos tomaron el mando luego de una nueva falla del Areboy.

Tocó el turno al Areboy dar comienzo la ejecución del tercer penal obligatorio, pero la experiencia del arquero rival evitó con los pies que el balón ingresara a la potería, dejando la decisión final en los botines del veterano ex profesional Juan Pedro Jalomo, quien como un regalo con moño incluido, no lo desaprovechó y con un potente disparo a la izquierda del portero daba el título a los Ti-grillos en el Torneo de Veteranos Ligth de la Liga CasaBella en medio de una eufórica celebración donde los cantos y las porras irrumpían en la tranquilidad de la noche.