La relación entre el circuito profesional femenil y México vio su arranque en el 2008 cuando se realizó el primer Challenger de mujeres en el Sierra Madre Tennis Club.
Al año siguiente, de la mano del promotor Hernán Garza Echavarría, llegó la WTA al país con la primera edición del Abierto Monterrey, hoy llamado Abierto GNP Seguros.
Desde ese año y hasta la fecha, Monterrey ha recibido a algunas de las mejores jugadoras del mundo y abrió la puerta para que otros promotores de tenis tuvieran acceso a torneos de la WTA.
Después de Monterrey, el Abierto Mexicano de tenis en Acapulco agregó un torneo femenil a su evento varonil, y en el 2019 empezó a realizarse el Abierto de Zapopan, en Jalisco.
Toda esta actividad de torneos femeniles en México influyó para que la WTA decidiera realizar el torneo que cierra la temporada y al que asisten sólo las ocho mejores en singles y las ocho mejores parejas de dobles.
Para el torneo que se realizará del miércoles 10 al miércoles 17 de noviembre en el Complejo Panamericano de tenis, en Zapopan, ya están clasificadas la bielorrrusa Aryna Sabalenka, las checas Barbora Krejcikova y Karolina Pliskova, la griega Maria Sakkari, la española Garbiñe Muguruza y la polaca Iga Swiatek.
Con la baja de la número uno del mundo, la australiana Ashleigh Barty, quedan aún dos puestos por definirse y que hasta el momento los ocupan la española Paula Badosa y la tunecina Ons Jabeur.