CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El cansancio por la sobrecarga reciente de trabajo. Tres ausencias clave. La obligación de mantener la supremacía regional de los clubes de México.
Pumas afronta todo eso al recibir el miércoles a los Seattle Sounders por la ida por la final de la Liga de Campeones de la CONCACAF.
Los universitarios, que han jugado seis partidos en los últimos 18 días, no podrán contar con su goleador argentino Juan Dinenno y el volante Leonel López, ambos descartados por lesiones. Tampoco tendrá al zaguero central Arturo Ortiz, quien está suspendido.
Pumas, con una de las nóminas más bajas del fútbol mexicano, ha tenido problemas para encarar dos torneos a la vez y el entrenador Andrés Lillini decidió apostar por ambos jugando básicamente con el mismo once inicial.
“Estamos parados en la cornisa o nos vamos de un lado o nos vamos al otro”, dijo Lillini a la cadena Fox Sports. “Hemos logrado cosas importantes y siempre lo hacemos de la misma manera, entrando de atrás, parece que todo lo que sea sufrir nos viene bien”.
A diferencia de los poderosos Tigres y Monterrey, los tres recientes campeones mexicanos del torneo, los universitarios tienen una plantilla modesta — valuada en 27,9 millones de dólares. Sólo Ciudad Juárez, Mazatlán y Querétaro están por debajo del cuadro de la capital.
Todos están lejos del Monterrey, cuya nómina de 74,60 millones es la más cara en México.
A pesar de todo, los universitarios consiguieron eliminar a Cruz Azul en las semifinales y están en su primera final regional desde 2005, cuando perdieron ante el Saprissa de Costa Rica.
Esa fue la última vez que un equipo mexicano no salió con el trofeo de campeón de la CONCACAF, una racha de 16 años que parece peligrar.
En sus últimos dos choques de liga, los Pumas perdieron y fueron superados por sus rivales dejándolos cerca de la eliminación cuando resta una fecha en el calendario.
Pero, por ahora, Lillini y los universitarios sólo piensan en lo que tienen de frente.
“Por la cercanía y porque es una final, prefiero la ‘Concachampions’”, dijo Lillini. “No me gustaría quedarme fuera de la liguilla, pero estamos a dos partidos de un titulo internacional que es de mucha trascendencia para nosotros”.
Los Sounders son el tercer equipo de la MLS que alcanza la final en los últimos cinco años y buscarán ser el primero en ganarla desde Los Ángeles Galaxy en 2000.
“Es una oportunidad increíble e histórica”, dijo el gerente general de los Sounders, Garth Lagerwey. “Sé que quizá he sido hiperbólico hablando de esto, pero lo que digo es sincero. Esto es por la inmortalidad”.
El encuentro de vuelta será el miércoles 4 de mayo en Seattle.