¿Asistió el público de la Philippe Chatrier, entre los que estaban estrellas como Novak Djokovic, Iga Swiatek o Carlos Alcaraz, al último partido de Nadal en el escenario que construyó su leyenda? El tiempo dará la respuesta, pero por el momento sí que pudo presenciar la derrota más temprana del mallorquín en sus participaciones en Roland Garros, donde nunca había caído en la primera ronda.
“No puedo decir seguro al 100% que no volveré a jugar aquí, pero sí puedo decir al 100% que he disfrutado cada vez que he jugado en esta pista y ante este público”, dijo Nadal en su intervención desde la pista después de perder.
Sus tres partidos perdidos anteriores en el torneo habían sido en 2009 en los octavos de final ante Robin Soderling y dos veces ante Djokovic, en los cuartos de final de 2015 y en las semifinales de 2021. A ello suma un abandono por problemas físicos antes de disputar su choque de tercera ronda de 2016.
En un 2024 en el que apenas jugó, tras una reaparición frustrada en enero en Brisbane, donde volvió a lesionarse, en la gira sobre tierra volvió en Barcelona y tuvo resultados discretos. En su último partido antes de París, en Roma, había sido incluso barrido de la pista por el polaco Hubert Hurkacz (6-1, 6-3) en la segunda ronda.
En duda hasta el último momento, Nadal optó por estar presente en ‘su’ Roland Garros, pero el sorteo no le permitió tener ni una ronda de calentamiento, deparándole este duelo explosivo para el debut ante un Zverev que está además en un gran momento, tras ser campeón en el Masters 1000 de Roma.
Zverev pudo además sacarse la espina de la última vez que se había medido a Nadal, en 2022 precisamente en la central de Roland Garros. Entonces fue en las semifinales y una lesión en el tobillo derecho, que obligó al alemán a pasar luego por quirófano y echó al traste su temporada, le hizo tener que salir de la pista en silla de ruedas.
Dos días después de aquel choque de semifinales, Nadal ganaba Roland Garros con una infiltración en uno de sus pies doloridos, superando fácilmente en la final al noruego Casper Ruud.
Fue hace exactamente 722 días y ese fue el último título ganado por Nadal y su último partido en Roland Garros hasta esta ocasión.
- Público entregado –
En el choque de este lunes, Zverev empezó ya con una declaración de intención: un ‘break’ de entrada para llevar las riendas de un set que se adjudicó casi una hora después, tras el segundo quiebre de servicio (6-3).
En el segundo, los aficionados que gritaban “¡Rafa, Rafa!” a la mínima ocasión y que alentaban sin cesar al ídolo que tiene una estatua en una de las puertas de acceso al recinto, llegaron a pensar en una reacción del español, que llegó a romper el saque de Zverev para ponerse 4-2.
Con 5-4, Nadal servía para adjudicarse la segunda manga, pero el alemán le devolvió ahí el ‘break’, en el momento anímicamente más dañino, para reincorporarse a la pelea.
Con la tensión en su punto máximo, Zverev se adelantó pronto en el ‘tie break’ y terminó llevándose ese segundo set con 7/5 en ese juego decisivo, que puso ya a Nadal frente al Everest de tener que ganar los tres siguientes sets para poder ganar el partido.
De entrada se destacó 2-0, pero Zverev nunca perdió la concentración y con dos quiebres de servicio en ese set corrigió el rumbo y tomó la delantera para terminar el partido con un 6-3.
“Gracias Rafa, de parte de todo el mundo del tenis. He visto jugar a Rafa toda mi infancia, he tenido la suerte de jugar contra él desde que soy profesional. Hoy no es mi momento, es el de Rafa”, declaró Zverev.
En la próxima ronda el gigante alemán se medirá al belga David Goffin (115º) o el francés Giovanni Mpetshi Perricard (66º). Nadal tendrá que ver el resto del torneo por televisión.