Dorival Júnior prometió que Brasil disputará la final del Mundial de 2026. “¡Pueden cobrármelo!”, afirmó. Pero su Canarinha perdió 1-0 con Paraguay en Asunción, en una nueva presentación impropia para un equipo que tiene cinco títulos mundiales bordados en el pecho.
El vaticinio horas antes del partido del seleccionador brasileño, de 62 años, cayó mal y ha dado para todo en las redes sociales y los medios brasileños, desde comentarios burlescos hasta declaratorias de indignación.
“Dorival: ¿De verdad quieres estar en la final de la próxima Copa del Mundo? ¡Compra ya tu entrada!”, escribió el comentarista Renato Mauricio Prado en el portal UOL.
Las palabras de Prado recogen el malestar de los brasileños, distanciados desde hace años de la Seleção, otrora fuente de orgullo, tras un nuevo traspié en la eliminatoria sudamericana.
El sol pareció asomarse de nuevo para Brasil luego de la victoria contra Ecuador (1-0) el viernes pasado en Curitiba (sur). Aunque fue silbado por la ‘torcida’, al menos cortó la mala racha de tres derrotas consecutivas que arrastraba desde 2023 en el camino hacia el Mundial de Norteamérica.
En el Defensores del Chaco, sin embargo, las cosas volvieron a declinar: no solamente tuvieron su “peor” primer tiempo en la era de Dorival Júnior, iniciada en enero, sino que la hinchada paraguaya se dio el lujo de gritar “ole”.
- ‘Mea culpa’ –
Muy cuestionado por la poca compenetración de los jugadores, la falta de ‘punch’ ofensivo, los planteamientos y las sustituciones, el entrenador asumió la responsabilidad de la derrota, la primera desde que está en el cargo.
A pesar de que escaló una posición al término de la doble jornada, la Canarinha está más cerca del último que del primer puesto de las largas eliminatorias: es quinta con diez puntos en ocho juegos, rozando la repesca.
“Necesitamos mucho más para llegar al nivel que todos queremos. Lo estamos intentando a toda costa. No es fácil, es un trabajo duro, pero tenemos que dar un paso adelante para encontrar rápidamente ese camino”, dijo el DT.
A nadie se le pasa por la cabeza que el ‘scratch’ se quede por fuera del próximo mundial, pero desde su propio seno ya se reconoce que está “un paso atrás” de las otras potencias.
Antes de la derrota con Paraguay, el capitán Danilo dijo que Brasil no ha evolucionado en términos organizativos y sufre de “inestabilidad” desde la salida de Tite, al término del Mundial de Catar-2022, en el que cayó en cuartos con Croacia.
Desde entonces, la Canarinha ha tenido tres técnicos en medio del fracaso para contratar a Carlo Ancelotti.
“Mañana no van a llegar otros 23 jugadores, necesitamos asumir la responsabilidad”, afirmó Danilo, cuyo nivel, al igual que el de los fogueados Alisson y Marquinhos, ha estado bajo la lupa pública.
- “Camiseta maldita” –
La era de Dorival Júnior podría haber tenido un comienzo próspero, con el buen presente de Vinicius Jr y Rodrygo en el Real Madrid, además del talento prometedor de Endrick, ahora también en el club blanco.
Pero en la selección, los tres apenas han dado chispazos y pasaron desapercibidos en la Copa América de Estados Unidos 2024, en la que fueron eliminados en cuartos por Uruguay.
Candidato al Balón de Oro, ‘Vini’, sin anotaciones en los cinco partidos que ha disputado en la actual eliminatoria, es uno de los más señalados.
“Está siendo un proceso complicado porque cuando la confianza no llega, los goles tampoco”, dijo el atacante al canal SporTV, donde pidió perdón a los aficionados.
Sin magia y con una renovación en entredicho, la esperanza vuelve a recaer sobre un hombre de odios y amores: Neymar, por fuera de las canchas desde octubre de 2023, cuando sufrió una lesión de gravedad en la rodilla.
Dorival Júnior dijo que no había proyecciones para el retorno del ’10’, cuyo proceso de recuperación, advirtió, es “lento”.
Medios locales dicen que no estaría listo para los próximos choques clasificatorios, contra los colistas Perú y Chile en octubre.
“Ya no tenemos una generación de grandes estrellas”, escribió Renato Mauricio Prado. “La camiseta amarilla parece estar maldita, porque cuando la portan nuestros buenos jugadores (no más que eso) se vuelven mucho peores”.