Luego del deceso del estimado gordo Sagrero, fue su brazo derecho, el buen Eduardo Lira Puente, quien tomó la batuta, arropado por todo el equipo de trabajadores, quienes le externaron su fidelidad.
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Algunas semanas las cosas marchaban tranquilas, pues el buen Lalo Lira sabía el teje y maneje del organismo, dado que siempre acompañaba a Sagrero González a todos lados y aprendía como manejar los diferentes aspectos.
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Por desgracia, eso no les parecía nada bien a los directivos de la CNOP, ya que veladamente demostraban apetecer los altos ingresos económicos que se generaban de la liga de futbol y distintos apoyos por otros rubros.
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A tal grado que echaron mano de sus argucias y argumentaron que los delegados deportivos de la CNOP en los diferentes municipios solitaban una re estructuración en el organismo, tras la partida del gordo Sagrero.
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Esto causaba extrañeza, ya que la totalidad de dichos delegados congeniaban con la continuidad con Eduardo Lira y eso lo constatamos en la infinidad de ocasiones que visitamos los municipios, durante los Juegos Regionales del Sector Popular.
-o0o-Por ello, los directivos de la CNOP inventaron una reunión, en donde se llevarían a cabo las elecciones para la nueva mesa directiva de la Federación Deportiva de la CNOP.