Si bien el futbol amateur continúa adelante, hoy en día las ligas populares tienen contados sus días, ante la falta de espacios y la voracidad de autoridades, como sucedió con las canchas en el lecho del río Santa Catarina.
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Donde le dieron golpe mortal a la clase trabajadora, con la creación del organismo denominado Parque Río, que se convirtió en el gran negocio del deporte, que benefició a unos cuantos y perjudicó a miles de niños, jóvenes y adultos.
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Con esa acción, desaparecieron ligas como Oficial, Hispano, Nuevo León 2000, Aifas, Afa Sur, CNOP, CROC, quienes aglutinaban más de dos mil equipos, solamente de futbol, pues también desaparecieron ligas de beisbol, softbol, basquetbol, volibol, ciclismo y las pistas de atletismo, instaladas en los campos Independencia y CNOP uno.
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El huracán Alex les cobró factura y en qué forma, al desaparecer todos los espacios y quedar a deber varios cientos de miles de pesos a los árbitros que sancionaban los encuentros de esa organización, lo que costó la vida al buen amigo, el exárbitro profesional Sergio Hugo Vidal.
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Y ante la falta de espacios para el fut-once, han aparecido ligas de fut-9, futbol de salón, futbol rápido, las cuales se convierten en negocios, donde se refugian aquellos elementos que no cuentan con una liga popular cerca de su residencia.
