Antaño existían un sin fin de ligas populares, las cuales fueron creadas para el fomento del futbol entre la clase trabajadora, con un costo accesible, lo que valió para elevar el número de niños, jóvenes, adultos, veteranos y femenil que practicaban esta disciplina.
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La Asociación de Futbol de Nuevo León aglutinaba a la mayoría de ellas, sin embargo, al paso del tiempo se desaparecieron, gracias a la voracidad de personas sin escrúpulos, quienes hicieron del futbol el gran negocio.
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Las ligas que se afiliaban a la Asociación, eran reconocidas como Oficiales, las cuales se regían por el reglamento y estatutos del Sector Amateur de la Federación Mexicana de Futbol y a decir verdad, era donde mejor futbol se practicaba.
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En tanto a los organismos no afiliados, se les denominaba “Piratas”, pero el buen Rogelio Torres, gran promotor deportivo y dicharachero como él sólo, las bautizó con el mote de “Ligas Centaveras”.
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No obstante que estas organizaciones también eran populares, de y baja calidad futbolística, pues su objetivo era solamente promover el deporte de recreación y no de participación.
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Además, no deseaban desembolsar gasto alguno por la afiliación, dado que tampoco les interesaba participar en los Torneos Estatales, a sabiendas que no contaban con calidad suficiente para pelear por representar a Nuevo León en los Torneos Nacionales.