Cuando el señor Tomás Galarza toma las riendas de la Asociación de Futbol de Nuevo León, de manos del CP Mario Villarreal, entró con mucha enjundia y deseos de mantener nuestro estado en la cúspide del escalafón nacional.
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Esa era la intención, sin embargo, cuando los Estatales estaban por llegar, recibió un sin fin de inconformidades por parte de los presidentes de los diferentes clubes de futbol infantil y juvenil.
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El meollo del asunto era la forma de integrar las selecciones de las ligas, donde acusaban al entrenador de convocar solamente a sus preferidos y no tomaba en cuanta a los elementos que realmente merecían estar dentro del colectivo.
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Fue entonces cuando Tomás Galarza toma una decisión salomónica de abrir la puerta, para que participaran en los Estatales, no solamente selecciones de liga, sino todo club que así lo deseara.
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Pero aquí se presentó otro problema, pues el entrenador de la selección de la liga no podía contar con los elementos solicitados, ya que los clubes no se lo permitían, aduciendo que ellos tomarían parte en el mismo Estatal.
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De esta manera las selecciones de las ligas se presentaban “chatas” en los Estatales, por lo que, a final de cuentas, dejaron de integrar colectivos, ante la falta de apoyo de los clubes.
