A principios de 1981 el Sector Amateur de la Federación Mexicana de Futbol, encabezada por el lagunero Matías Román, lleva a cabo el Congreso con los presidentes de las diferentes Asociaciones del país.
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Esa reunión tenía como fin escuchar el trabajo realizado por cada uno de los presidentes en su respectiva entidad, además también de definir las sedes de los campeonatos Nacionales del año.
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Al retorno de la ciudad de México, encontramos al Lic Paco Cantú, para que nos informara sobre las novedades presentadas en el Congreso y nos da la noticia, Nuevo León sería la sede del Campeonato Nacional Infantil de Convivencia en agosto de 1983.
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Cayó de sorpresa a toda la familia del futbol amateur, ya que apenas estaban en proceso de reorganización y ya se habían echado a cuestas un compromiso de tal magnitud, que, aunque aún estaba a un año y medio de distancia, se debía trabajar desde ya.
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Por ello se llevó a cabo la junta con los presidentes de las diferentes ligas afiliadas, con el fin de notificarles del compromiso y ponerse a organizar bien a bien y lo primero era buscar alojamiento para los cerca de 300 niños que participarían en el torneo.
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Y como era de convivencia, los niños se debían hospedar en las casas de los futbolistas locales, por lo que empezó a moverse la maquinaria de la organización del magno evento.
