El Amateur
Las ligas que programaban en los espacios del río tendrían que pagar una cuota de 720 pesos por hora, algo que estaba muy lejos del alcance de los equipos.
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Pues aparte de esa cuota por renta del espacio, deberían pagar también el arbitraje semanal, cuando se entiende que la totalidad de esos conjuntos pertenecían a la clase trabajadora.
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Los equipos tenían otra alternativa, registrarse en los torneos del parque Río, donde solamente pagarían 360 pesos semanales por encuentro, más los 800 pesos de inscripción, lo que por demás resultaba absurdo.
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Cuando en las ligas populares solamente pagaban 300 pesos de inscripción y cien pesos de arbitraje semanal, por lo cual si deseaban seguir en las canchas del río tendrían que buscar un patrocinador.
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Muchos continuaron ahí, porque eran trabajadores de las empresas y pequeños negocios de la localidad, quienes salían en apoyo de sus elementos y que, a final de cuentas, los gastos generados eran deducibles de impuestos,
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Por ello estaban contentos los del parque Río, quienes en colusión con las autoridades hicieron el gran negocio, a costillas del pueblo.
