En esos ayeres, ya se habían construido en el río algunos campos, como el Veracruz (antes Polita), primero en su especie, Pedregal de Occidente, Tabasco, Zaragoza, Cuauhtémoc, Pino Suárez y los Constitución.
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El número de equipos registrados en la liga de la CNOP iba al alza y con ello también se requería de espacios para programarlos, por ello no dudó el gordo en apoyar la campaña del candidato, en ese entonces, don Alfonso Martínez Domínguez.
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Y quien a la postre se convirtiera en gobernador, en gratitud al apoyo recibido, decidió empezar a crear mayor número de campos en el lecho del río Santa Catarina.
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Esto facilitaba a los equipos su traslado a cumplir con los compromisos, pues en otras ligas habría que viajar a otras colonias y por aquél entonces, muy retiradas.
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Se crearon campos desde el puente Gonzalitos al oriente, hasta la colonia Pio X, aunque después crearon uno bajo el puente San Luisito (hoy del Papa), otros tres atrás del edificio de la CNOP y una unidad deportiva en San Ángel.
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Ni Sagrero González, ni mucho menos el gobernador don Alfonso Martínez Domínguez imaginaban que las obras en el lecho del río, a la postre se convertirían en el centro deportivo más grande del mundo.
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Estos espacios, del pueblo y para el pueblo, sirvieron en mucho para mantener controlado el vicio y la violencia en las colonias del sur y en Monterrey entero, por ello se conoce a estos personajes, como verdaderos defensores del pueblo.
