Durante las juntas previas de los Torneos Nacionales, en otras entidades del país, se observaba el nerviosismo de todos y cada uno de los delegados, con la esperanza de quedar sembrado en un grupo cómodo.
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Pero también hacían hasta “chanquitos”, para no quedar en el grupo de Nuevo León, pues llegó un momento que nuestras selecciones se consideraban la potencia nacional número uno.
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Esto, gracias a la formación de las selecciones, integradas con los mejores jugadores, la cual iniciaba con el Torneo Estatal, donde asistían las selecciones de las ligas, formada por los mejores elementos.
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Así se bservaban encuentros de primer nivel, el interligas, los cuales tenían la atención de gran cantidad de aficionados, pues las mismas ligas se encargaban de promover a sus respectivas selecciones.
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Así llegaban camiones repletos de aficionados, que acompañaban a la selección de la liga, como el caso de Valle Verde, que varias veces le observamos el gran entusiasmo de su presidente, el buen Rafael Angelino, mejor conocido como “El Cabo”.
-o0o-Eran de los más entusiastas, aunque no se quedaban atrás San Nicolás, Venustiano Carranza y Guadalupe del profe Froylán Limón.