La violencia cabalga en caballo de hacienda y el futbol amateur no está excento de ello, donde se han presentado hechos trágicos, que ha costado la vida a los árbitros.
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El año pasado sucedió un asesinato imprudencial de un jugador que no pudo controlar sus ímpetus sanginarios y la emprendió contra el juez del encuentro, con tan mala suerte, que al empujarlo este se pegó en la cabeza, lo cual le provocó la muerte.
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Hace un par de meses un jugador la emprendió a golpes contra el árbitro, a tal grado de enviarlo al hospital, donde hubieron de intervenirlo quirúrgicamente por dos ocasiones.
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Para colmo, hace días otro árbitro fue baleado y le cortaron la existencia durante un encuentro de futbol amateur, lo que incrementa el número de víctimas mortales en una competencia donde se debe fomentar la paz.
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Aunque las ligas organizadoras de torneos donde ocurrieron los hechos tienen nada en común, ninguna se encuentra afiliada a la Asociación de Futbol de Nuevo León.
-o0o-Ni los árbitros víctimas de las salvajadas, pertenecen al grupo de la Delegación de Arbitros de Nuevo León, lo que indica por consecuencia, que no cuentan con el seguro de gastos médicos, ni mucho menos el seguro de vida.
