La violencia que se genera en los diferentes estadios del futbol profesional en nuestro país, ha sido una motivación para que los jugadores y aficionados lo imiten en el soccer amateur.
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Resulta triste como, desde las categorías infantiles se presentan este fenómeno, pero no es por parte de los niños, nada de eso, ya que ellos solo acuden a las canchas para disfrutar de su deporte favorito.
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Más que nada es por la pasión que desbordan los padres de familia que acuden a los diferentes campos donde celebran duelos dentro de las categorías de edad limitada, con el afán de apoyar a su pequeño.
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No obstante la pasión se desborda en las tribunas, donde los adultos no pueden tolerar una derrota y buscan algún culpable, el cual por lo regular lo encuentran en los árbitros a quienes tildan de inepto, vendido y más linduras.
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Por si esto fuera poco, también los papás de los niños ganadores “avientan su dos de espadas”, al burlarse de los derrotados y es aquí donde inicia la discución y por desgracia, en muchas de las ocasiones llegan a los golpes.
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Lo curioso del asunto es que, mientras en las gradas se desata un pleito entre los seguidores de los equipos contendientes, dentro del terreno de juego los niños de ambas escuadras rivales aprecian en forma conjunta y como amigos, el bochornoso espectáculo que desarrollan los padres de familia.
-o0o-Y es curioso que, si en una jornada del profesional existen pleitos, esa misma semana los problemas de agresiones se incrementan en el amateur, sin que haya nadie que pueda o quiera detener.