En las categorías infantiles son los papás de los niños los detonadores de la violencia, cuando su equipo no puede con el rival y lo incitan a golpear, “para bajarlos”.
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Es ahí en donde interviene el árbitro para invitar a los adultos a mantener la compostura y no ser un mal ejemplo para los pequeños, al igual la mayoría de los padres conmidan a este tipo de personas a la disciplina.
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Los mismos presidentes de los clubes al presenciar a este tipo de personas en acción, de inmediato intervienen para llamarles la atención, pues de lo contrario serán echados, primero del lugar y de continuar, expulsarlos del club.
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Dado que este comportamiento mancha la imágen de una organización que se precia de promover no sólo el deporte, sino también los valores morales, como una forma de apoyar a tener una mejor sociedad.
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Se han tomado las diversas medidas, desde llamadas de atención, amenazas, sanciones severas, expulsiones, hasta denuncias policiales, sin embargo, si bien han dado algo de resultados, aún se mantienen con vida.
-o0o-Porque también se debe reconocer que en ocasiones, los organizadores de torneos no aplican severas sanciones, por el temor a que se vayan los equipos y esto se traduce en la reducción de ingresos económicos, que a final de cuenta es lo que a ellos les interesa.
