La violencia es una actividad que no deja nada bueno a la sociedad, sobre todo para quienes la practican, dado que pierden su libertad, incluso hasta la vida.
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El deporte no está excento de esta situación y ya lo hemos visto en algunos encuentros del profesional, donde han salido a relucir armas de fuego y punzo cortantes.
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Conjuntos de gran calidad y con disciplina, sin embargo cuentan con seguidores que sobre pasan la afición y la convierten en fanatismo, al grado de echar mano de la violencia cuando la situación le es adversa.
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Es importante que los dirigentes de equipos tengan comunicación con sus seguidores, para agradecerles el apoyo brindado durante los encuentros, pero también deben recomendar guardar compostura.
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Sobre todo no caer en el fanatismo, que te lleva a la frustración, el enojo, donde aparecen los insultos y desemboca en agresiones, las cuales pueden causar mucho daño físico.
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No es posible que por el mal comportamiento de los seguiddores, se eche a perder un encuentro que presagiaba para convertirse en sana diversión, entusiasmo y felicidad para quienes disfrutan de este deporte.
