El tercer piso del edificio del mercado Colón estaba repleto de personas, quienes atestiguaban el cambio de la mesa directiva de la Asociación de Futbol de Nuevo León.
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Todo estaba consumado, el cambio se daba en el alto mando del balompié no amateur local y apenas se hacía la toma de protesta cuando arribaba a la oficina don Alfonso Narváez.
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Quedó sorprendido porque ya se había hecho oficial el cambio, cuando tenía contemplado tomar la palabra para dar su opinión a favor de don Raúl Torres y aclarar los motivos por el cual el futbol amateur tenía una pobre imágen.
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Sin muchos aspavientos y resignado comentaba, “mira, con razón me mandaron a traer algunos refrescos y botanas para ofrecer a los invitados, porque ya sabían que yo iba a defender a don Raúl!”.
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No hubo molestia alguna, al contrario lo tomó en forma ecuánime, pues también estaba convencido que el futbol requería no solamente de más promoción, sino de participación de todas las ligas.
-o0o-Fue una anécdota que quedó para la posteridad, dado que el propio Lic Cantú tomaba la palabra para agradecer el apoyo y a la vez comprometerse a sacar adelante a Nuevo León, lo que al tiempo se confirmó, ya que inició así la época dorada.