Los delegados de los diferentes equipos se mostraban contentos, dado que por fin eran escuchados por las autoridades del futbol en la entidad, pues muchas de las ocasiones fueron víctimas de injusticias por parte de los presidentes de ligas.
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Decía el finado amigo, el gordo Filiberto Sagrero, mandamás de la liga CNOP, “al delegado hay que escucharlo y aclararle porqué se le sanciona, o bien aclarar algún detalle, bien o mal, se van contentos, porque los escuchaste”, así de simple.
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Y cuánta razón tenía, pues testigo fuimos de varios elementos que levantaban protesta y eran atendidos por el buen Lorenzo González, coordinador del torneo, pero al no tener una respuesta concreta sobre el particular, los envíaba con el gordo Sagrero.
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Ocasiones hubo que llegaban muy molesto los delegados, pero tras escucharlos Filiberto Sagrero, les pedia respeto y tranquilidad para atender el asunto y al final, esos delegados que llegaban furibundos, salían muy contentos, despidiéndose en forma amable y convencidos.
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Pero no crea que todos ellos tenían la razón, sin embargo se les explicaba los motivos por los cuales les imponían una sanción, la que aceptaban y entedían bien, aceptaban el error, con la promesa de no volver a caer en situaciones similares.
o0o-Así de simple, aunque pareciera fácil, pues muchos delegados son testarudos y no escuchan de razones, se les debe pedir calma para como adultos, tratar el tema, analizar y apegado al reglamento emitir el juicio correspondiente.
