Además también el colegio de Monterrey tenía muchos festejos, los cuales eran cubiertos por los integrantes, que se les descontaba de su pago semanal.
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De hecho los lunes era para llevar los reportes y asistir a la charla, en tanto los viernes a recibir su pago y las cédulas de sus próximos encuentros, a más de asistir también a la charla.
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Pero en su pago se descontaba la cuota para los festejos de Navidad, día del niño, día de las madres, del padre, día del árbitro, lo que prácticamente, aunque en el papel eran bien pagados, en lo físico recibían poco, por los referidos descuentos.
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Esto con el tiempo no agradaba a los silbantes, sobre todo cuando aparecen ligas que les pagaban al final de la jornada dominical, aunque era menor la cantidad, se les hacía más, dado que no había descuentos.
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Fue así como empezaron aparecer grupos de árbitros en diferentes ligas y aunque se decían que eran colegios, esto no fue aceptado, sino hasta que los mismos se organizaran bien con su mesa directiva y la capacitación de sus elementos.
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Por ello el colegio de Monterrey empezó a promover los cursos de capacitación y empezaron a llegar elementos de diferentes ligas, pero otros más, se les hacía mucha la distancia para acudir a la charla.
-o0o-Entonces el profe Porfirio llevó a cabo cursos en diferentes lugares, como San Nicolás, Valle Verde, CNOP, Monterrey, los cuales resultaron todo un éxito.