“Dado que en Bélgica ninguna administración local vio posible organizar el partido de los Diablos Rojos contra Israel el 6 de septiembre, la Federación Belga de Fútbol buscó una solución en el extranjero”, explicó la federación en un comunicado.
El 19 de junio la ciudad de Bruselas anunció que el partido no se jugaría en el estadio Rey Balduino.
Las autoridades consideraron “imposible la organización de este partido por tratarse de muy alto riesgo” para la ciudad por las tensiones del conflicto entre Israel y Palestina.
Otras ciudades belgas también se negaron a albergar este partido.