Dando pinceladas de lo que su afición espera del equipo en la próxima temporada en la Major Arena Soccer League, el equipo de Flash de Monterrey, supero por 3-1 a la escuadra del “Sabor del Balón”.
El encuentro celebrado en el sintético de fútbol rápido de la Universidad Autónoma de Nuevo León la tarde de este martes 15 de noviembre, contó con la participación de gran parte de los jugadores del Flash de Monterrey, quienes enfrentaron a un rival que contó entre sus filas a jugadores de la talla de Walter “el Divino” Gaitán, Lucas Ayala, Jonathan Espericueta, Darío Carreño, Pepe Malacara, los conductores y periodistas de Tv Azteca Pello Maldonado y Alejandro el “Regio” Aguirre entre otros, guiados por la dirección técnica de Raúl “Cora” Isiordia y Javier “El Pastor” Lozano.
Ante una asistencia superior a los 100 aficionados, ambas escuadras saltaron al rectángulo universitario, no solo a cumplir con un compromiso, sino a entregarse con pasión aprovechando las armas letales con las que ambas escuadras contaron la fresca tarde.
Fue el Flash de Monterrey el primero en ponerse adelante en el marcador por conducto de Gena “gol” Castillo, luego de un intenso acoso sobre la portería rival, supo aprovechar una jugada asistida por el ecuatoriano Walter Ayovi para poner el 1-0.
Sin embargo un sorpresivo disparo de Jonathan Espericueta metros delante de la media cancha, aprovechando la asistencia del “influencer” Pello Maldonado soltó un elevado disparo que superó al guardameta Diego Reynoso en acciones de la primera parte.
Ya en el segundo tiempo el acoso del Flash continuó para hasta que nuevamente Castillo retomara la ventaja del 2-1, ante un “Sabor del Balón” a pesar de su agotamiento seguía dando pelea, a pesar de la anotación del 3-1 por conducto de Alexis Espinoza que casi sepultaba al equipo de la televisión.
Pero una sexta falta dio la oportunidad su jugador estrella Pello Maldonado de acercarlos en el marcador a través del shoot out, misma que desperdició ante los gritos de desaprobación de
los aficionados, que posteriormente veían como en el último segundo de juego, un balón rematado con la mano, les impidió nuevamente tener un marcador más decoroso.
Al concluir el encuentro ambas escuadras se fundieron con abrazo entre sí, en señal de haber celebrado un partido entre caballeros, dejando en el aire la posibilidad de una revancha.