Martínez sacó los disparos de Ángel Mena y Alan Minda, el primero inmediatamente después de que el capitán Lionel Messi estrellara su remate en el travesaño.
Además, el arquero de 31 años amplió su récord de penales salvados con Argentina a un asombroso 50%. De los 24 que ha enfrentado con la selección, Martínez ha parado nueve, mientras que los rivales erraron tres.
“Dibu es un animal. Lo que está haciendo es una locura”, dijo Rodrigo De Paul tras el pase a semifinales.
El jueves por la noche, en Houston, Martínez no pudo repetir los juegos mentales más polémicos que ha utilizado en el pasado: poner nerviosos a los lanzadores de penales cuando se acercan hablándoles, apartar el balón, o discutir con el árbitro.
Después de que esas actitudes contribuyeran en el Mundial a las victorias de Argentina en la tanda de penales contra Países Bajos y Francia, la International Football Association Board (IFAB) modificó su reglamento para que los guardametas no pudieran “distraer injustamente” a sus adversarios. Algunos la bautizaron como la ley “anti-Dibu”.
Enner Valencia, la gran figura de Ecuador, se sintió lo suficientemente desconcertado por la presencia de Martínez como para estrellar su penal contra un poste en el tiempo reglamentario sin que el meta hiciera ningún “show”.
Cuando el partido terminó 1-1 y se llegó a los penales, el carisma de Martínez volvió a aparecer: animó a los hinchas de espaldas al árbitro y al pateador de turno antes de lanzarse primero a su izquierda y luego a su derecha en dos magníficas paradas ante Mena y Minda. Luego vinieron su clásico baile y sus saltos descontrolados para celebrar la casificación.
“Él siempre está en estos momentos. Se hace grande. En los penales se tenía mucha fe, incluso antes del partido nos bromeaba con que estuviéramos tranquilos si había penales. Siempre lo tiene en mente”, dijo tras el partido Messi sobre Martínez.
Ahora Martínez llevó a Argentina a ganar cuatro definiciones por penales en grandes torneos, incluyendo la de la final del Mundial 2022 ante Francia.
“En situaciones de penales, Martínez tiene uno de los enfoques más agresivos y perturbadores que jamás verás”, escribió el portero Matt Pyzdrowski ese año. “Su último final es presionar al lanzador todo lo posible y crear un momento de vacilación o duda durante su carrera. Y como hemos visto una y otra vez en los últimos años, funciona”.