Senadores franceses determinaron que el caos en las afueras del Stade de France que empañó la final de la Liga de Campeones fue causado por una sucesión de errores de la policía y los organizadores — y no el comportamiento de los hinchas de Liverpool como se atribuyó inicialmente.
Destacaron “fallos en cada aspecto” previo, durante y después del partido.
Los senadores presentaron una serie de recomendaciones para corregir problemas con miras a dos eventos deportivos de magnitud que Francia albergará dentro de poco: el Mundial de rugby el año próximo y los Juegos Olímpicos de 2024.
Las conclusiones del informe sobre lo ocurrido en la final disputada el 28 de mayo fueron difundidas el miércoles. El fiasco puso en la mira a la policía por su tosca respuesta, además de cuestionamientos sobre el manejo de la seguridad que Francia da en los grandes eventos.
Laurent Lafon, el presidente de una de las comisiones del Senado que investigaron lo ocurrido, instó a las autoridades francesas que tomen nota de los múltiples incidentes.
“La seriedad de lo ocurrido en el Stade de France demuestra que aún quedan muchos correctivos por hacer y decisiones por tomar para asegurar que estos incidentes no vuelvan a repetirse”, dijo Lafon.
Señaló que no tiene duda que Francia tiene la capacidad de organizar competencias de magnitud en el futuro, pero que se deben ofrecer garantías desde el más alto nivel, incluyendo al presidente Emmanuel Macron, de que el país está comprometido en prevenir una repetición.
Después de la final, cuyo inicio se demoró más de 30 minutos, los senadores franceses interrogaron a los aficionados que acudieron a la final, así como a los responsables de la organización.
La UEFA también investiga sobre las causas del caos que rodeó el partido de clubes más trascendental del mundo. El Real Madrid acabó imponiéndose 1-0 ante Liverpool para conquistar su 14ta Copa de Europa.
Lafon ofreció disculpas a los aficionados de Liverpool y Real Madrid al afirmar que fueron víctimas y no responsables de lo ocurrido, como las autoridades francesas sugirieron al principio.
El ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, aseguró inicialmente que la presencia de 40.000 hinchas — supuestamente mayormente de Liverpool — sin boletos o con entradas falsas fue lo provocó el caos. Pero apenas pudieron detectarse 2.471 boletos falsos en el Stade de France.
Darmanin también aseveró que dispersar con gas lacrimógeno a la multitud que rodeaba las cercas del estadio era la única manera de impedir una avalancha de gente.
Muchos aficionados denunciaron robos y agresiones tras salir del estadio.
Francois-Noel Buffet, presidente de la comisión de leyes, dijo que el dispositivo de seguridad fue incompleto y destacó que la policía no supo evitar que se cometieran delitos alrededor del estadio.
Los senadores también criticaron la decisión de la policía de establecer una serie de filtros a los aficionados con el fin de prevenir un atentado terroristas en combinación al proceso de revisión de los boletos. Buffet dijo que ello provocó un cuello de botella y que no se debe repetir en el futuro.
Lafon también criticó el sistema de venta de entradas de la UEFA, indicando que los boletos de papel fueron falsificadas con demasiada facilidad.
Los senadores también lamentaron el borrado automático de las imágenes de circuito en el Stade de France debido a que la justicia no ordenó recibirlas dentro del periodo de siete días tras los incidentes.
Buffet recomendó preservar ese video por al menos 30 días sea obligatorio.