La selección argentina que perdió 2-1 en su visita a Paraguay mostró una imagen extrañamente vulnerable, con el astro Lionel Messi en una noche sin luces, en la undécima fecha de la clasificatoria sudamericana al Mundial 2026 que aún mantiene de líder al campeón del mundo.
Con la formación titular habitual, con sus grandes nombres, Argentina buscaba en Asunción otro éxito en la ruta mundialista, e incluso empezó de la mejor manera, con un gol de Lautaro Martínez a los 11 minutos.
Pero todo cambió de repente con un golazo de chilena de Antonio Sanabria y en el amanecer del segundo tiempo, un cabezazo impecable de Omar Alderete desató la fiesta guaraní y sorprendió a un equipo argentino que buscó en vano la igualdad, sin la chispa de otros momentos.
Mostró grietas la estructura albiceleste en los envíos aéreos, porque el gol de Alderete para el 2-1 guaraní recordó el que le anotó Yerson Mosquera en la derrota contra Colombia (1-2) y también Salomón Rondón, en el 1-1 ante Venezuela.
“Yo no estoy para criticar a mis jugadores, estoy para apoyarlos. Sabíamos que iba a ser un partido complicado”, enfatizó el DT Lionel Scaloni.
El entrenador consideró que el segundo gol local “nos puso cuesta arriba. Lo intentamos a nuestra manera y no se pudo. Hay que felicitar al rival, es evidente que han defendido bien y se nos hizo difícil”.
Aunque tuvo amplia tenencia del balón, Argentina se topó con un adversario ordenado, que le impuso una muralla en cada balón dividido. Esta vez Lionel Messi no acudió al rescate de la Albiceleste, en una versión apagada, con muchas pérdidas de balones y lejos del área paraguaya.
- Messi fastidioso –
Messi se molestó porque sufrió un par de infracciones fuertes de Alderete que le podrían haber costado la cartulina roja al zaguero paraguayo y mantuvo discusiones con el árbitro brasileño Anderson Daronco en una noche en la que el juego no le fluía.
Scaloni no encontró respuestas en sus figuras y tampoco cuando buscó variantes con el ingreso de Alejandro Garnacho, prontamente encerrado por la telaraña local, tejida a la perfección por el estratega argentino Gustavo Alfaro.
Llegado a Paraguay como un salvavidas cuando la Albirroja estaba en el sótano de la tabla, Alfaro logró en poco tiempo levantar al equipo guaraní con orden en la formación, rigor defensivo y oportunismo en ataque, lo que le permitió sumar 11 puntos sobre 15, incluidos triunfos sobre Brasil y Argentina, y empates de visita ante Uruguay y Ecuador.
“Intentamos, pero lo que plantearon les salió bien, así que felicitaciones (a Paraguay). Siempre enoja perder, pero vinimos a una cancha difícil, Paraguay es un gran rival. Hay que levantarse. Después de cada derrota el equipo ha ganado cosas, hay que corregir y levantar el nivel”, expresó el volante argentino Rodrigo de Paul.
En busca de reaccionar y volver al triunfo, la Albiceleste cerrará el año el martes cuando reciba en La Bombonera a Perú por la fecha 12 para intentar finalizar el año en lo más alto de la clasificatoria.
