Los aficionados, cuyos nombres no fueron divulgados, tendrán prohibida la entrada a estadios de fútbol durante dos años y deberán pagar el costo del proceso judicial.
Fueron detenidos tras un partido de la Liga entre el Madrid y el Valencia en el estadio Mestalla en mayo de 2023. El encuentro fue interrumpido durante varios minutos tras los insultos a Vinicius.
El incidente desató una oleada de apoyo para el delantero brasileño, que es de raza negra, y que llevó a que pidieran a las autoridades españolas y a la sociedad a tomar más acciones.
Fue interpretado por mucho como un momento importante en la lucha contra el racismo en el fútbol español, aunque Vinicius siguió sufriendo de agresiones racistas tras el revuelo inicial que acompañó al incidente en Mestalla.
Vinicius reaccionó con una publicación en sus redes sociales, indicando que “queda más por venir” en la lucha contra el racismo.
“Muchos me pidieron que lo ignorase, muchos otros dijeron que mi lucha fue en vano y que debía simplemente ‘jugar al fútbol’. Pero, como siempre he dicho, no soy una víctima del racismo, soy un atormentador de racistas”, escribió Vinicius. “Esta primera condena penal en la historia de España no es para mí, es para todos los negros. Que otros racistas tengan miedo, se avergüencen y se escondan en las sombras…Queda más por venir”.
La sentencia encontró a los acusados culpables de un delito contra la integridad moral, con la circunstancia agravada de discriminación con motivación racista.
El caso fue denunciado ante los tribunales por la Liga, junto a la federación nacional de fútbol, el Real Madrid y Vinicius.
Poco después del incidente ya había vetado a los aficionados de su estadio. Pero nadie había acabado en prisión en España por insultos racistas a un futbolista. Varios casos similares al de Vinicius fueron archivados por los fiscales en el pasado.