El Estadio NRG, en la ciudad de Houston, será el escenario del primer examen para el entrenador Jaime Lozano y sus pupilos.
Sin los pilares que lo acompañaron en el último ciclo mundialista como el guardameta Guillermo Ochoa, el extremo Hirving Lozano, el centrocampista Andrés Guardado y los delanteros Raúl Jiménez y Henry Martín, el Tri afrontará el torneo bajo sospecha.
En los principales programas de debate y análisis del país, el pronóstico es que el Tri conseguirá cuatro puntos en la fase de grupos. Se apuesta por una victoria sobre Jamaica, su rival en la Concacaf, un empate con Venezuela en su segundo duelo el miércoles próximo, y una derrota con Ecuador, en el cierre de la actividad del grupo B, el 30 de junio, campaña que alcanzaría para pasar de ronda.
El cambio de generación fue bien celebrado al principio por la mayoría de la opinión pública, sin embargo días después informes periodísticos indicaron que Jaime Lozano, seleccionador del equipo, fue presionado para introducir cambios.
Esto dañó a la gestión de Lozano, un entrenador de 45 años que cuenta con poca experiencia, y desató nuevas críticas.
La selección mexicana pasa por una crisis que tuvo su punto más candente en el Mundial pasado, en el que terminó con una seguidilla de siete ediciones clasificándose a la segunda ronda.
El fracaso provocó la salida del argentino Gerardo Martino, seleccionador del equipo en el proceso de Catar 2022, y una inestabilidad que comenzó por el nombramiento del entrenador argentino Diego Cocca, quien solo duró siete partidos, por un cambio en la Federación Mexicana de Fútbol, (FMF) con Juan Carlos Rodríguez, como el nuevo líder en el cargo de comisionado.
El proyecto de Rodríguez no incluía a Cocca y tras destituirlo a raíz de la caída en semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf en 2023, puso en el banquillo al mexicano Lozano, quien guió al equipo a la conquista de la Copa Oro y se ganó el respaldo de los jugadores, que celebraron ser dirigidos por un compatriota.
Sin embargo tras la Copa Oro, Lozano perdió la final de la siguiente Liga de Naciones ante el más enconado rival del país, Estados Unidos, y las críticas empezaron a brotar en algunos sectores, algo que se intentó resolver con la salida de los estandartes del grupo, que no han evitado la catástrofe.
La Copa América será la ocasión ideal para que Lozano se afiance en su puesto y no haya dudas de que será el entrenador en el Mundial 2026, que acogerán México, Canadá y Estados Unidos.
Para ello, Edson Álvarez, centrocampista del West Ham inglés, y Santiago Giménez, punta del Feyenoord neerlandés, los mexicanos que mejor presente viven en el balompié europeo, tendrán que encabezar el cambio generacional por el que apostaron Lozano y la FMF.
La primera prueba será Jamaica, el que en el papel es el rival más fácil del grupo B, tras lo cual tendrá que medirse a las selecciones sudamericanas de Venezuela y Ecuador, con mejor presente que México.