Había causado sensación la actitud, tanto de directivos, trabajadores y futbolistas relacionados con la liga de la CNOP, despertó admiración y pronto en diferentes puntos del lecho del río se miraba a jóvenes y adultos trabajando en la limpieza del río.
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Esa actitud despertó la sensibilidad del gobierno del estado, quienes al ver que el pueblo no se daba por derrotado y se levantaba, optaron también por aportar lo que estaba de su parte.
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Empezaron a llegar camiones y maquinaria pesada, para volver a crear las canchas del río, ese espacio del pueblo y para el pueblo, como lo mencionara el gobernador don Alfonso Martínez Domínguez.
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Y que llegó a convertirse en el centro deportivo más grande del mundo, donde diariamente practicaban su deporte favorito miles de niños, jóvenes y adultos y no se diga los sábados y domingos.
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Esos días eran la felicidad completa, el ir y venir de deportistas, parecía un romerío practicando su disciplina preferida, donde incluso era el lugar de diversión de cientos de familias que residían en las colonias del sur, ya en plena loma larga.
-o0o-Lo tomaban como día de campo, pues se practicaba el deporte, se disfrutaba como aficionado y para rematar se visitaba la gigantesca pulga Independencia, donde encontrabas, desde un alfiler, hasta un elefante, según decían los comerciantes de aquellos años.
