Ya anteriormente los clubes de futbol infantil que participan en la liga nicolaíta habían sido víctimas del abuso de las autoridades, cuando les negaron entregar los trofeos ganados a toda ley.
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El caso molestó a todos los clubes quienes, religiosamente cubrieron los altos costos de participación exigidos por la liga, la cual se excusaban que esa premiación correspondía a la anterior administración.
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Aún y que es la misma liga no quisieron hacerse responsables, para darle otro duro golpe a los clubes que cumplen con sus obligaciones de participación, so pena de quitarles el terreno donde se encuentran, cuando estos son municipales.
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Les facilitan el espacio y obvio es que participen en la liga municipal y cumplan con sus obligaciones pertinentes, sin embargo cuando se trata que las mismas autoridades hagan lo propio, hacen como que la virgen les habla.
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Todo esto es el resultado de los movimientos que realizan cada tres años, cuando se presentan nuevas administraciones, quienes acomodan personal que no tiene un ápice en cuanto al conocimiento administrativo de una organización tan seria y deligada como lo es una liga de futbol infantil.
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La imagen que proyectan a la comunidad es mala y perjudica también a los mismos niños quienes se esforzaron por alcanzar un trofeo y estos se los niegan, argumentando falta de dinero cuando los clubes hicieron sus pagos correspondientes.
