La Fórmula 1 es la máxima categoría del automovilismo que atrae a millones de personas alrededor del mundo, no solo por la competitividad entre los diez equipos a lo largo de la temporada, sino por todo lo que la rodea: fama, gloria, dinero, negocios y estatus. Esto también atrae a grandes marcas y patrocinadores que depositan amplias sumas de dinero para aparecer en cada Gran Premio, a cambio de que la escudería logre sus objetivos deportivos. En este marco, el actor Ryan Reynolds depositó su confianza en uno de los equipos con una significativa cantidad de dólares a mediados del año pasado.
En la Fórmula 1 es importante el rol del piloto, pero más relevante es el funcionamiento del vehículo. ¿Y cómo se construyen mejores automóviles? Con grandes sumas de dinero. Ahí es donde comienza la gran diferencia entre las escuderías; mientras que algunas más prestigiosas como Ferrari cuenta con millones de dólares para competir durante la temporada, hay otros equipos que cuentan con la mitad de su presupuesto. Por eso, el apoyo monetario de las marcas y los sponsors son importantes para el piloto y para el equipo, tal como sucedió con Franco Colapinto y Mercado Libre, Globant y Bizarrap.
Para las marcas también es atractivo, ya que sus logos los pueden ver millones de personas en cada entrevista, Gran Premio o conferencia de prensa del equipo. Y en este sentido, uno de los que aprovechó esta posibilidad fue el actor norteamericano, Ryan Reynolds, reconocido por películas como Deadpool, quien realizó una inversión en el equipo de Alpine a través del fondo de inversión Máximum Effort Investments, su productora cinematográfica en la que también invierten otros actores como Rob McElhenney y Michael B. Jordan.
El fondo de inversión se hizo de un 24% de las acciones de la escudería, que pertenece al grupo Renault, es decir, que pagó la cifra cercana a los 218 millones de dólares por el equipo Alpine, el cual este año tiene a Esteban Ocon y Pierre Gasly como sus pilotos. Esto es una demostración de lo que generó el equipo en el último tiempo y del potencial crecimiento que puede llegar a tener en el futuro. Por supuesto, este dinero se utilizó para mejorar las condiciones del vehículo, al desarrollar nuevas tecnologías, y en los talentos que integran el team.
Los resultados ya los demostraron Ocon y Gasly en esta temporada y más precisamente el último fin de semana, con el segundo y tercer puesto, respectivamente, en el Gran Premio de San Pablo. Cabe destacar que Alpine se encuentra sexta en la tabla de posiciones del Campeonato de Constructores, donde la Fórmula 1 reparte millones de dólares a fin de año, según la posición de cada equipo.
En cuanto a Reynolds, no es la primera vez que se vincula como inversionista dentro del mundo del deporte. Hace un tiempo, también se convirtió en propietario del equipo de fútbol galés Wrexham AFC junto a Rob McElhenney. A partir de su llegada, este ascendió de categoría, el club se revitalizó y alcanzó la fama internacional. De esta manera, los fanáticos de Alpine pueden ilusionarse con grandes mejorías en los próximos años y, por qué no, con un Campeonato Mundial de Fórmula 1.