La velocista trans con discapacidad visual Valentina Petrillo dijo que se sintió bien recibida por sus compañeros competidores a pesar del escrutinio generalizado fuera de la villa paralímpica en Francia.
La velocista de 51 años, que hizo su transición en 2019, alcanzó las semifinales de 200 y 400 metros T12 en los recientes Juegos Paralímpicos de París.
La participación de Petrillo fue criticada y la escritora J. K. Rowling la tachó de “tramposa declarada y orgullosa”, pero la italiana dijo en una entrevista al diario Times que el apoyo que encontró dentro del Stade de France fue alentador.
“Era la vida perfecta. Era preciosa. Todo el mundo me dio la bienvenida”, dijo Petrillo mientras se preparaba para abandonar la villa paralímpica por última vez. “Fuera, sabemos que no va a ser lo mismo”.
“Espero que esto pueda ser el comienzo de una transformación para las personas transgénero”.
Petrillo, que ya había sufrido acoso en su país, dijo que había previsto algunas reacciones negativas al salir a la luz pública, pero sugirió que cualquier transfobia en el deporte es el resultado del alarmismo.
“A J. K. Rowling sólo le preocupa el hecho de que use el retrete femenino, pero no sabe nada de mí”, afirmó Petrillo.
“Y sólo ha habido una persona (abiertamente trans) que haya participado en los Juegos Paralímpicos, yo. Así que todo este miedo a que las personas trans destruyan el mundo (del deporte femenino) en realidad no existe”.
“La gente decía que (muchos) hombres irían a competir como mujeres sólo para poder ganar, pero eso no ha ocurrido en absoluto. Es sólo transfobia”.
El Comité Paralímpico Internacional (CPI) confirmó que la lanzadora de disco neerlandesa Ingrid van Kranen fue la primera paralímpica trans, que compitió en los Juegos Paralímpicos de Río en 2016 y falleció en 2021.
La situación de Van Kranen era muy diferente, ya que su transición no se conocía abiertamente. En los últimos años, el discurso en torno a los atletas trans ha acaparado una amplia atención.
Los órganos de gobierno de muchos deportes, incluidos el atletismo, el ciclismo y la natación, han endurecido sus normas de participación para atletas trans en las competiciones de élite femeninas.
Sin embargo, el CPI permite a los órganos de gobierno establecer sus propias políticas y World Para Athletics permite que una persona legalmente reconocida como mujer compita en la categoría para la que su discapacidad la cualifica.
Los críticos afirman que pasar por la pubertad masculina confiere una enorme ventaja músculo-esquelética que la transición no mitiga.
Los grupos de defensa del colectivo LGBTQ+ afirman que excluir a atletas trans equivale a una discriminación y que no se ha investigado lo suficiente el impacto de la transición en el rendimiento atlético.