Abebe Bikila, el maratonista descalzo

Roberto Chapa Martínez

A propósito de los Juegos Olímpicos que se están desarrollando en París, en pocos días se van a cumplir 64 años de que el Etíope Abebe Bikila realizaría la hazaña de ganar el maratón de 42.195 kilómetros en la Olimpiada celebrada en Roma Italia en 1960. Lo extraordinario fue que lo realizó descalzo, algo insólito que no se volvería a repetir, luego de rechazar 5 pares de la marca Adidas que no se le acomodaban.

Había nacido el 7 de agosto de 1932, en un País sumido en la miseria cuyo territorio era ocupado entonces por la fuerza Italiana, dedicado al campo, donde el 40% de la población todavia vivía en la esclavitud y aprendió a leer a los 14 años.

Nació en Jato, un pequeño pueblo de Shewa , en 1935 Etiopía fue invadida por Italia de Benito Mussolini obligados a huir a refugiarse en Gorro.

Cumplidos 20 años, emigraría a la capital Adis Abeba formando parte de la Guardia Imperial de su país , quinto regimiento de infantería dedicada a la protección del emperador etíope Haile Selassie.

Comenzó su afición al atletismo un poco tarde, pero varios hechos sucedieron en su vida, primero, que no estaba en la lista para competir en Roma pero una lesión de un atleta convocado, hizo que agregaran su nombre al equipo y segundo, que fuera observado por el entrenador de la selección de Etiopía, el sueco Onni Nirskanen ,quien fue su mentor.

Ya el destino estaba escrito, cuando viajó a Roma, al parecer no le quedaron los zapatos con los que debería competir , por lo que solicitó correr descalzo logrando la Medalla de Oro con un tiempo de 2h15’16’’, estableciendo una nueva marca mundial, además en ser el primer medallista de oro de África. Una competencia que pasaría a la historia por varios motivos de carácter anecdótico como que la meta estaba frente al obelisco de Axum que fuera hurtado de Etiopía en 1937 por el ejército Italiano durante la guerra, además de que al cruzar la meta con amplia ventaja, durante varios minutos , a manera de enfriamiento, se la pasó haciendo ejercicios sin mostrar cansancio alguno. Por ganar la Medalla de Oro , fue nombrado Héroe Nacional.

Repetiría la hazaña en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, a pesar de que fue operado de apendicitis unos meses antes de la competencia, dónde tuvo que interrumpir sus entrenamientos, en ese torneo olímpico si corrió con tenis , logrando la Medalla de Oro con un tiempo de 2h12’12’’ estableciendo una nueva marca mundial.

Competiría en la Olimpiada de México 68, tenía 36 años, eso y la altitud de la Ciudad de México, lo obligó abandonar la justa en el kilómetro 17. Allí terminaría su brillante carrera. El gobierno de su país le regaló un automóvil en el que en 1969 sufrió un accidente que lo dejaría inmóvil de sus piernas. “Los hombres de éxito, conocen la tragedia “ dijo el atleta tras el fatal suceso.

Queda en la memoria la ovación generalizada en la Olimpiada de Múnich , en silla de ruedas dando vuelta al estadio. No le quedarían muchos días más de vida. El 25 de octubre de 1973, falleció en Adis Abeba, a causa de una hemorragia cerebral provocada por complicaciones a consecuencia del accidente, dejando atrás un gran recuerdo en todo el mundo. Tenía tan solo 41 años. Entre muchos homenajes que se le rindieron, el Estadio Nacional de Etiopía lleva su nombre y será recordado como el primer africano de color, en conquistar dos medallas de oro en Juegos Olímpicos.