Ese chico de 16 años y del cual destacaban el desparpajo y su capacidad goleadora era Jude Bellingham.
“Desde el primer momento me llamó la atención”, rememora Herrera, por entonces asistente de Clotet y ahora disfrutando de su retiro en Badajoz, la ciudad en la que se forjó como futbolista hace 50 años.
“Nosotros empezábamos ya con los amistosos de verano, así que subimos a esos tres chicos y había dos que tenían cosas, que lo hacían bien, pero Jude ya en la pretemporada la rompió. En cada partido de pretemporada era uno o dos goles. Era una cosa que decías “¿Cómo es posible? Con la edad que tiene, ese desparpajo…”.
En la misma línea va Clotet, primero se decidió que jugara con el sub21 y que para el verano de 2019 se le hizo hueco en la plantilla. “Decidimos ir con todo y ponerle con los mayores, donde ya pegó un salto muy grande”, asegura el hombre que hizo debutar a Bellingham en el fútbol profesional.
“A partir de ahí no es que fuera uno más de la plantilla, cuando empezó la liga, seguía igual, marcando goles y marcando diferencias. Además, lo hacía en una liga tan competitiva como la inglesa”, responde Herrera.
Los récords en el Birmingham
La precocidad de Bellingham en el Birmingham no tuvo precedentes. En agosto de 2019, en la primera ronda de la Copa de la Liga, se convirtió en el debutante más joven en la historia del club, con 16 años y 38 días, rompiendo un récord que databa de hacía 50 años. Semanas más tarde debutó en el Championship y a finales de agosto marcó su primer gol, siendo el goleador más joven en la historia de los ‘Blues’.
“Yo estaba acostumbrado y me gustaba mucho ver chavales jóvenes que tienen algo distinto. Me pasó con Óscar de Paula en su tiempo, siendo juvenil del Badajoz. Me pasó con Iago Aspas en el Celta. Este era ese caso, algo que ves que dices “este chaval se maneja de distinta manera”. Nada más coger el balón se veía que tenía que hacer. Los controles, sus movimientos… Era de un jugador top. No le pesaba la edad para nada. Todos esos pequeños detalles que te indican que hay algo diferente”, admite Herrera.
Esa temporada 2019-2020, la única que jugó en el Birmingham, marcó cuatro goles en 44 partidos y fue elegido mejor jugador joven de las categorías inferiores del fútbol inglés. Su nombre ya estaba ligado a los mejores equipos de Inglaterra, con supuestas ofertas del Manchester United y el Liverpool. Pero, como replicaría más tarde rechazando al Manchester City para irse al Real Madrid, Bellingham priorizó el desarrollo futbolístico y dio un paso hacia Alemania, al Borussia Dortmund.
“El traspaso al Borussia Dortmund se hizo y lo hizo teniendo presente su intención de crecer como futbolista, en dar el siguiente paso. Ahí el Dortmund le pudo garantizar un plan de exposición al juego, un plan de crecimiento como futbolista que a Jude le pareció más interesante que ir a otros equipos a solo formar parte de la plantilla”, explica Clotet.
El club retiró su número 22
Los 30 millones de euros que desembolsó el club alemán, récord por un jugador de 17 años, llevaron a Dong Ren a decidir retirar el número “22” que vestía Bellingham, en honor al potencial que tenía el futbolista nacido en Stourbridge.
“A mí me sorprendió al principio”, matiza Clotet, sobre una decisión que se toma pocas veces en el fútbol inglés, donde uno de los pocos ejemplos es el “6” de Bobby Moore en el West Ham United. “pero lo entendí, porque pensaba en lo que se podía convertir como futbolista, no solo a nivel club, a nivel de selección y de futuro. Sorprendió mucho en la afición, se pensaba que se estaba exagerando, pero fíjate ahora. Es una muestra de la visión que había en la dirección. Todos sabíamos en lo que Jude podía convertirse y no les dio ningún miedo mostrarlo. Ahora nadie lo discute. Es la prueba de que a veces solo unos pocos pueden ver lo que algo puede significar.
“No me extrañó porque para ellos que viniera un club tan grande a por un jugador no les había sucedido nunca. Sabían el futbolista en ciernes que tenían y adelantaban el futuro de lo que iba a suceder”, reflexiona Herrera.
De Stourbridge al Real Madrid
En el Dortmund, el mundo conoció al Bellingham actual, un jugador capaz de dominar el centro del campo, de echarse el equipo a las espaldas y de marcar y asistir. En tres campañas, superando siempre los 40 partidos jugados, Bellingham fue elegido mejor debutante de la Bundesliga, jugador revelación, fue incluido en dos onces ideales y acabó su trayectoria en el Westfalen como mejor jugador del campeonato. Los 100 millones que depositó el Madrid por él supieron a poco.
Sin embargo, nada de esta fama y éxito ha cambiado a Bellingham.
“Era una persona excepcional”, afirma Herrera. “Era un chico que vivía para el fútbol. Fui un par de veces a hablar con él y a visitar a los padres, porque había que avisarles de que no era un jugador normal y podían pasar cosas. En seguida me di cuenta de que en su casa podíamos estar tranquilos, en su casa había orden, una familia extraordinaria. Estaban muy pendientes de él en todos los temas”.
“A mí Jude me parece el Jude que yo conocía, el mismo futbolista, la misma persona. El mismo futbolista, pero muy mejorado, porque ha crecido, han pasado los años. Ha mejorado físicamente, en su capacidad de influir en el equipo, pero me parece el mismo chico que conocía en ese momento. Muy profesional, muy maduro, puedes tener confianza total con él. Un entorno familiar muy fuerte”, añade Clotet.
Su despegue en el Real Madrid, en una temporada en la que ha marcado 23 goles en 41 partidos, además de repartir doce asistencias, no coge por sorpresa a los que le vieron jugar con el filial en aquel verano de 2019.
“No me sorprende nada de lo que he podido ver de Jude. Traté de ver todos sus partidos en el Real Madrid, para ver esa progresión. Lo que estaba viendo en el Madrid era lo que estaba viendo de un chaval de 16 años en la liga inglesa. Lo hacía todo con muchísima naturalidad. Veía a la misma persona en el Real Madrid. Me gusta ver al Madrid para seguir viéndole a él”, comenta Herrera, quien además inculcó las primeras palabras en español al astro inglés.
“Solamente le enseñaba alguna palabra suelta durante los entrenamientos”, recuerda entre risas Herrera.