“Un comportamiento así debe ser objeto de las sanciones más firmes, contra el jugador pero al mismo tiempo contra el club que lo permitió”, explicó este lunes.
Oudéa-Castera tachó ese comportamiento de “inadmisible”. “Pude decir lo que pensaba al respecto a la Liga de Fútbol Profesional (LFP)”, añadió la ministra.
Durante la 34ª y última jornada de la Ligue 1 francesa, Mohamed Camara, de 24 años, goleador de penal en la victoria contra Nantes (4-0), había pegado cinta adhesiva sobre el logo contra la homofobia cosido en su pecho y que lucieron todos los jugadores, entrenadores y árbitros el domingo, en el marco de una campaña contra las discriminaciones dirigida por la LFP.
El centrocampista tampoco posó en la foto protocolaria de los dos equipos reunidos antes del partido junto al símbolo de la lucha contra la homofobia.