Cofinanciada por los sindicatos de jugadores PFA y FIFPRO, Nike y la Universidad Leeds Beckett, esta investigación observará durante tres años la WSL (Women’s Super League), el campeonato profesional femenino inglés.
Hasta ahora, los datos ya conocidos indican que las mujeres tienen entre dos y seis veces más de posibilidades de sufrir esta lesión que los hombres.
El estudio pondrá también el foco en las instalaciones, personal deportivo y médico, condiciones de viaje y calendario de las jugadoras de la WSL.
“Las jugadoras han pedido con razón que se investigue más sobre las lesiones del LCA”, indicó la directora de Estrategia e Investigación para el fútbol femenino de FIFPRO Alex Culvin.
“Este proyecto es una respuesta tanto a sus necesidades como a las del sector en general”, añadió.
Varias grandes estrellas del fútbol femenino han atravesado recientemente esta lesión, entre ellas las inglesas Leah Williamson y Beth Mead, mejor goleadora de la Eurocopa-2022, que se perdieron el Mundial-2023.
La dos veces Balón de Oro española Alexia Putellas tan sólo pudo disputar algunos minutos en la victoria de su selección en ese torneo, tras haber estado un año alejada de los terrenos de juego por la misma razón.
“No existe una solución rápida para erradicar las lesiones del LCA en el fútbol femenino. Creo que necesitamos afinar la investigación para poder identificar los factores clave”, insiste la defensa internacional inglesa Lucy Bronze, quien estudió este tipo de lesiones como parte de su diploma en la universidad de Leeds Beckett.
“Muchas jugadoras necesitan ser más conscientes del proceso por el que se producen las lesiones del LCA”, añadió la jugadora del FC Barcelona.