Surgen equipos amateurs por todos lados y las ligas empiezan a convocar, dónde por cierto muchos conjuntos limpian terrenos en sus colonias para tener su campo de futbol, lo que fue bien visto, pues esto entretenía a los jóvenes y los alejaba del vicio, pandillerismo y violencia.
Era un orgullo pertenecer a un equipo y más si jugabas en el campo de la colonia, te convertías en el ídolo del barrio y eran mejor vistos que los drogadictos.
Por desgracia hoy en día esos campos han desaparecido por el avance habitacional, otros por intereses políticos como los del río, lo que limpió el camino para el avance de la drogadicción, violencia, ¡inseguridad que hoy ahoga a la sociedad!
