Tras una larga racha de ventas mediocres, los Juegos Olímpicos de París ofrecen una nueva oportunidad a Nike de atraer la atención del mundo hacia sus productos de alto rendimiento, como las zapatillas de maratón Alphafly 3, que cuestan 285 dólares.
Además de equipar a todos los deportistas estadounidenses, Nike proporcionará material a los equipos olímpicos de atletismo de Canadá, China, Kenia, Alemania y Uganda, a los de baloncesto de China, Francia, Japón y España, y a los de breaking -una nueva prueba de breakdance en los Juegos de París- de Corea del Sur.
Las zapatillas de gama alta que Nike presentará en los Juegos están destinadas a un público relativamente limitado, pero el objetivo más amplio es vender más zapatillas de running de gama básica y media, y el jueves presentó su gama Pegasus, que se venden al por menor entre 130 y 160 dólares.
Nike destacó su tecnología de amortiguación “Air”, utilizada en todo tipo de productos, desde zapatillas de maratón hasta zapatillas deportivas, y sus materiales de punto que hacen que sean más ligeras.
“Lo que aprendemos de nuestros mejores atletas, el 10% de los atletas con los que trabajamos, es que hay un goteo en la innovación porque nos centramos en asegurarnos de que nuestras innovaciones funcionan en todas las formas del cuerpo y velocidades y estilos de carrera”, dijo Matt Nurse, vicepresidente del laboratorio de innovación deportiva de la firma, en una entrevista a Reuters.
Marcas como On Running, Hoka y Lululemon le están quitando cuota de mercado a Nike, mientras que una tendencia que se aleja de las gruesas zapatillas de baloncesto y se inclina por modelos de perfil bajo, como las Adidas Samba, también está perjudicando al gigante de la ropa deportiva.
“Definitivamente hay más competencia (…) es bueno tomar el pulso a lo que los consumidores piensan y a lo que responden; simplemente creo que la competencia siempre nos hace mejores”, dijo Nurse.