Mestalla vivió este sábado una de las previas más emotivas de su historia con el homenaje que rindió en la previa ante el Betis a los afectados por la terrible Dana, con un tifo que cubrió la grada con la Senyera, la bandera de la Comunitat, y una pancarta gigante desplegada que lucía el lema ‘Amunt, Valencians’, con todos los pueblos afectados.
Un respetuoso y emotivo minuto de silencio fue el encargado de cerrar este acto en el que la bandera de la Senyera, cedida por el Real Madrid tras desplegarla en el Santiago Bernabéu hace ahora un par de semanas, también se posó sobre el césped, mientras era sostenida por varios voluntarios que colaboraron donando necesidades básicas en el Banco de Alimentos que se ubicó en Mestalla los días posteriores a la tragedia.
El club había pedido a su afición estar en Mestalla ya desde las 13.30 horas, media hora antes del encuentro, para empezar entonces el homenaje a los más de doscientos fallecidos pero también a los cuerpos de emergencias y voluntarios, que, explicaron desde la megafonía de Mestalla, han dado durante estas últimas semanas “una lección de solidaridad y amor”.
Un crespón negro enorme gobernaba la curva de animación de Mestalla y entre los aficionados predominaban tres elementos, la Senyera como camiseta, el negro como indumentaria de la mayoría de ellos y las pancartas de ánimo hacia los más de sesenta municipios devastados por la catástrofe.
A falta de quince minutos de que iniciara el partido, los homenajes se sucedieron. Cuando los jugadores se retiraron del terreno de juego, apareció un vídeo homenaje por los videomarcadores del campo, mientras que por el córner sur salieron ochenta voluntarios a terreno de juego.
Fue entonces cuando se desplegó la Senyera cedida por el Real Madrid, de 50×30 metros en el césped, mientras los jugadores salían al césped, acompañados por la canción ‘Voces de Valencia’, de Rei Ortolá, salían de la mano acompañados de once jóvenes jugadores de once escuelas de fútbol que tienen convenios con el Valencia y que han sido afectadas.
Instantes después, esos mismos niños, equipados con las distintas equipaciones de sus equipos, sacaron del túnel de vestuario un enorme crespón negro que entregaron a José Luis Gayà y Marc Bartra, que llevaron al lado de la Senyera.
Tras ello, todos los futbolistas, tanto del Valencia como del Betis, se colocaron junto a la Senyera, mientras se interpretaba el Himno Regional con dolçaina y tabal mientras se descubría el tifo.
Además de todo ello, el Valencia juega ya con una equipación negra por completo, que posteriormente será subastada, mientras que el total de la recaudación del encuentro de este sábado se destinará a las localidades más devastadas por esta catástrofe, una cantidad cuyo importe igualará Peter Lim, máximo accionista del Valencia, para donarlo a las víctimas.
Más allá de eso, los socios afectados de los municipios sacudidos por esta catástrofe han podido acudir a través de los autobuses que ha puesto a disposición el club.