Lamar Jackson, quarterback de los Baltimore Ravens, y Patrick Mahomes, pasador de los campeones Kansas City Chiefs, se medirán en un duelo de supervivencia ante las defensivas más agresivas de la NFL en la final de la Conferencia Americana (AFC) del próximo domingo.
Mahomes estará amenazado por la defensiva líder en capturas de quarterbacks de la liga, la de Ravens, que sumó 60 en la temporada regular; Jackson no lo tendrá menos complicado ante la línea de los Chiefs, que con 57 fue la segunda con más capturas.
La defensiva de Baltimore, el equipo número uno de la AFC, es la que menos puntos permitió en la campaña, con 280, para una media de 16.5 por juego; la de Kansas City fue la segunda con 294 puntos recibidos, promedió 17.3 por partido.
El antídoto para superar estos muros está en la naturaleza de ambos quarterbacks; movilidad en la bolsa de protección, capacidad para alargar las jugadas y, en caso de ser necesario, ganar yardas por carrera.
Jackson es más explosivo en ese terreno; de ahí sus 821 yardas terrestres y cinco anotaciones en la campaña, a diferencia de Mahomes que por tierra sumó 389 yardas, sin touchdowns.
Lamar, Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada 2019, deberá eludir a la pareja de cazadores que forman Chris Jones y el griego Yoros Matthew Karlaftis líderes en capturas de los Chiefs con 10.5, cada uno.
Patrick, MVP de las campañas 2018 y 2022 y de los Super Bowls LIV y LVII, deberá tener un ojo en el trío conformado por Justin Madubuike, 13 capturas; Jadeveon Clowney, 9.5; y Kyle Van Noy, nueve.
El pasador de los Ravens es el favorito para ser designado MVP del 2023 gracias a que obtuvo el mejor registro de su carrera en yardas por pase, con 3.678. Se le notó más maduro y equilibrado para decidir cuándo lanzar y en qué momento correr.
A pesar de ello Mahomes luce invulnerable. Basta saber que tiene a su equipo a su sexta final consecutiva de la AFC, a pesar de que cursó su segunda peor temporada en lo que a yardas por envío se refiere, con 4.183, 505 más que las de la mejor campaña de su rival.
Peor se pone el panorama para el pasador de Baltimore en el historial de enfrentamientos que favorece a Mahomes por 3-1, aunque el único triunfo que Jackson logró fue cobijado por su afición en el M&T Bank Stadium, sede de la final de este domingo.
Al final, sobre las defensivas, más allá de los récords, Lamar Jackson está ante el partido más importante en sus seis años de carrera.
Enfrente, Patrick Mahomes camina en terreno familiar, su sexta final de Conferencia en fila, sí, la primera como visitante, pero que no deja de ser una senda conocida con destino a su cuarto Super Bowl en siete años en la NFL.
(c) Agencia EFE