Un hermano del campeón mundial francés Paul Pogba comenzó su juicio el martes junto con otros cinco hombres como parte de un caso de extorsión que tuvo como objetivo al futbolista hace dos años.
El caso en el tribunal penal de París se está llevando a cabo sin la presencia del ex del Manchester United y la Juventus, quien decidió no asistir. El juicio está programado para durar una semana.
Un juez ordenó que los seis hombres fueran a juicio tras una investigación para determinar si Pogba fue objeto de extorsión por parte de su hermano Mathias y amigos de la infancia.
Mathias Pogba está siendo juzgado “por los delitos de extorsión en grado de tentativa y conspiración criminal”, dijo la fiscalía.
Los otros cinco —identificados solo por sus nombres de pila— supuestamente exigieron 13 millones de euros (13,6 millones de dólares) al mediocampista francés, e intimidaron repetidamente, alegando que debió ayudarles después de convertirse en un astro del fútbol internacional.
Se les acusa de extorsión y tentativa de extorsión mediante el uso de violencia, secuestro y confinamiento para facilitar un delito o falta, así como de conspiración criminal.
Los abogados defensores Yves Leberquier y Karim Morand-Lahouazi solicitaron al tribunal el martes que citara a Pogba para poder interrogarlo.
Durante la investigación, Pogba dijo que pagó 100.000 euros al grupo organizado que incluía a su hermano. Según informes de medios franceses, el jugador de 31 años también dijo a los investigadores que los presuntos extorsionistas querían desacreditarlo afirmando que había pedido a un brujo que lanzara un hechizo sobre Kylian Mbappé, su compañero en la selección de Francia.
El caso se hizo público después de que Mathias Pogba publicara amenazas en redes sociales para compartir revelaciones “explosivas” sobre su hermano, Mbappé y la agente de Paul Pogba, Rafaela Pimenta. Mathias Pogba también fue futbolista y pasó la mayor parte de su carrera en equipos de categorías inferiores en Europa.
Una vez uno de los mejores mediocampistas del mundo, Pogba ha acaparado titulares en los últimos años más a menudo por sus problemas fuera del campo que por su brillo en el fútbol.
A principios de este mes, Juventus dijo que llegó a “un acuerdo mutuo” con Pogba para rescindir su contrato a pesar de que el castigo por dopaje del campeón del Mundial de 2018 se redujo el mes pasado. El club de la Serie A nunca pareció demasiado entusiasmado por dar la bienvenida a Pogba después de que su suspensión de cuatro años por dopaje se redujera a 18 meses tras una apelación al Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Pogba, que será libre de reanudar su carrera en marzo, había dicho que estaba dispuesto a renunciar al dinero para jugar de nuevo en Juventus.
Pogba dio positivo por testosterona en agosto del año pasado y recibió el castigo máximo por parte del tribunal antidopaje de Italia.
Sin embargo, los jueces del TAS redujeron la prohibición de Pogba al aceptar que no lo hizo deliberadamente y dijeron que su prueba positiva fue el resultado de tomar erróneamente un suplemento recetado por un médico en Florida. El contrato de Pogba con Juventus expiraba en junio de 2026.
En 2016, Pogba se convirtió en el jugador de fútbol más caro de la historia en ese momento cuando se unió al Manchester United procedente de Juventus por una suma de 105 millones de euros.
Protagonizó el triunfo de Francia en el Mundial de Rusia de 2018 —anotó un gol en la final contra Croacia— y regresó a Juventus como agente libre en 2022. Las lesiones lo limitaron a solo ocho apariciones en la Serie A en su segunda etapa en el club antes de su suspensión el año pasado.
