El futbol amateur de Nuevo León se convirtió en una potencia nacional, al grado de reconocer a nuestra entidad como la Mejor del año por dos ocasiones, gracias al entusiasmo de todos sus dirigentes, desde el presidente de la Asociación, presidentes de ligas, árbitros y dirigentes de clubes.
Había armonía, pero sobre todo se les daba seriedad a todas las actividades, desde los mismos Torneos Estatales, donde participaban verdaderas selecciones de liga, quienes también registraban a su mejor árbitro, para pelear igualmente por representar al arbitraje de Nuevo León.
Cuando una selección debía asistir a un torneo Nacional, previo a su partida eran abanderados formal y oficialmente por las autoridades deportivas del estado, quienes les daban el apoyo y deseaban el mejor de los éxistos.
Y aún más, las ligas afiliadas realizaban la ceremonia de inauguración, donde invitaban a las autoridades, quienes gustosos acudían al evento, lo que aprovechaban para que fueran ellos los encargados de entregar los trofeos a los equipos campeones, como digno reconocimiento al conjunto y jugadores individuales.
En la foto aparece el CP Mario Villarreal Elizondo, presidente de la Asociación de Futbol de Nuevo León, durante una premiación en la liga Popular Escobedo, más o menos por el año de 1989.