“Sé que gente como yo es necesaria en puestos de liderazgo porque refleja una nueva realidad en Alemania. Puede que nuestro aspecto sea diferente, pero también somos alemanes. Sé que puedo ser un modelo a seguir. Pero no quiero insistir demasiado en ello”, dijo en una entrevista que publica “Spiegel” este jueves.
Aseguró que poder llevar el brazalete negro, rojo y dorado de capitán de la selección alemana “es una sensación muy bonita”, al tiempo que apuntó que no le quiere dar mucha importancia al hecho de tener orígenes migratorios, porque no fue esa la razón que le convirtió en líder del equipo.
“Lo uno no tiene nada que ver con lo otro. Se trata de cómo me ven los compañeros y entrenadores. Sólo te conviertes en capitán si tu equipo te ve y reconoce como una persona abierta, honesta y buena. La distinción responde a los que represento como persona, no a mis orígenes”, dijo.
Preguntado por un controvertido sondeo reciente en la televisión pública regional alemana WDR, en la que el 21 % de los encuestados afirmaban que les gustaría ver a más jugadores blancos en la selección nacional y el 17 % lamentaba que el actual capitán de la selección tenga raíces turcas, Gündogan llamó a hacer hincapié en las similitudes.
“Aquí, en el Barcelona, o también en nuestra selección alemana, juegan juntos profesionales de distintas procedencias. A pesar de ello, la interacción funciona realmente bien”, afirmó durante la entrevista, realizada en un hotel de la capital catalana a escasos metros del Camp Nou.
En este sentido, señaló que, si esto funciona en un equipo de fútbol, “donde cada uno tiene sus propios intereses y la presión es alga”, es una “gran pena” que en la sociedad haya más problemas con el tema de la diversidad.
Gündogan, que aspira a convertirse en entrenador después de su carrera en activo, elegiría, si pudiera, de sus técnicos preferidos, “la inteligencia futbolística de Pep” Guardiola, “la autoridad paternal de Kloppo” (Jürgen Klopp) y de Thomas Tuchel, “los contenidos de entrenamiento y su vista para el detalle”.
“Quiero ser un entrenador que empatice muy bien con sus jugadores, pero que también tenga inteligencia futbolística. Me gustaría seguir un camino similar al de Xabi Alonso en el Leverkusen”, afirmó.