El Amateur
Por aquellos años, cuando el futbol amateur estaba en sus albores, las contadas ligas que existían eran reconocidas por el mismo gobierno municipal por promover el deporte entre los jóvenes.
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Por ello cuando se lanzaba la convocatoria existía un apartado donde se informaba que todos los equipos tenían la obligación de presentarse a la ceremonia de inauguración.
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Porque aquello era una fiesta, donde los equipos se presentaban cons us mejores galas y los que traían uniforme eran los más lucidos, además que también se estilaba hacerse presentes con una guapa madrina.
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Misma que acaparaba la atención de todos los jugadores, pues llegaba elegantemente vestida, portando en sus manos un ramos de flores, que le daba lustre al equipo.
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También en la ceremonia de inauguración se aprovechaba para hacer entrega de los trofeos a los equipos campeones y subcampeones, al menos en la división mayor.
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Por ello los equipos no solamente se presentaban con sus jugadores, sino también con un buen número de seguidores, la porra, que le ponían el ambiente impulsando y gritando el nombre del conjunto.
