El Amateur
La venta del río Santa Catarina fue un deportecidio, pues, aunque las autoridades municipales se defendían con la bandera de seguir promoviendo el deporte, la verdad esto más que nada fue un robo en despoblado.
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El río Santa Catarina, donde miles y miles de niños, jóvenes y adultos pasaban horas y horas practicado su deporte favorito, que los llevó a convertirse en personas de bien, había cambiado de dueño.
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Ya no eran del pueblo y para el pueblo, frase acuñada por el iniciador de las canchas, el gobernador don Alfonso Martínez Domínguez, pues este espacio sería destinado solamente para aquellos que tuvieran cierto poder económico.
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Le quitaban la diversión a los pobres, como solía decir el gran promotor deportivo de la Indepe, el finado amigo Rosalío Martínez, quien al igual que otros se lamentaban por tal aberrante atrocidad.
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Ahí quedaban sepultados miles de anécdotas, acciones emotivas, alegrías y sin sabores, pero sobre todo el lugar ideal para hacer deporte y a la vez incrementar las amistades.
