El Amateur
Cuando fallece el gordo Filiberto Sagrero, el periódico El Norte publica una caricatura, donde aparece el ataúd, supuestamente con los restos del gordo, la cual cubre una bandera con el logotipo de la CNOP y sobre ella un par de buitres, cuchillo y tenedor en mano, saboreando el suculento manjar.
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Y claro que era un pastel que endulzaba a cualquiera, solamente saber cuánto ingreso no se tendría con una asistencia de más de mil 500 equipos, que semana a semana acudían a cubrir la cuota arbitral.
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Era triste observar cómo los políticos solamente veían el negocio del deporte y no la forma de sacar adelante a la organización, pues tan simple como realizar una junta con todos los empleados y conocer el teje y maneje de la organización.
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El más indicado para tomar el lugar del gordo Sagrero, sin duda fue su brazo derecho, el buen amigo Eduardo Lira Puente, quien se convirtió en su principal aliado.
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Esa experiencia era la que se requería para mantener a la CNOP en lo alto, sin embargo, la avaricia de los políticos de entonces, echaron por la borda tantos años de lucha en pro del pueblo, hasta lograr imponer récord, con la liga y el centro deportivo más grande del mundo.
