El Amateur
Cómo no iban a estar buenos los encuentros de los Estatales, si ahí participaban los mejores jugadores de los equipos de las diferentes ligas de la localidad.
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Por ello los campos en donde se programaban los duelos, lucían una gran entrada de aficionados, había fiesta, pues acudían familias completas para apoyar a su selección predilecta.
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A tal grado, que los buscadores de talento ya no requerían realizar visorias, pues con tan solo acudir a los encuentros de los Estatales descubrían a los ídolos del futuro y vaya que tenían buena cosecha.
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Lo importante aquí era que, por esas fechas ningún jugador tenía permitido jugar en dos ligas distintas, lo podía hacer en el torneo sabatino, entre semana y dominical, siempre y cuando fuera de la misma liga.
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Esto se realizaba con el fin de que esos elementos pertenecían a dicha liga y solamente ellos podían convocarlo a la selección para asistir a los Estatales y esa regla era respetada por todas las ligas.
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Además, tanto árbitros, directivos y jugadores, si se veía inmiscuidos en alguna anomalía, estaban en todo su derecho de acudir ante la Asociación de Futbol de Nuevo León, para exponer su inconformidad y se tomaran las medidas pertinentes.
