Futbol Amateur

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El Amateur

En el aspecto arbitral tampoco le iban mucho a la zaga, pues en un principio trabajaban los encuentros el grupo comandado por el profe Javier Salas, quien era calidad asegurada.
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Sin embargo y pese a los altos ingresos, los directivos de la liga buscaban pagar lo menos posible a los hombres del silbato, por lo cual llegaría otro grupo que ofreció mejorar la oferta.
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Claro que de inmediato fue aceptada, aunque hay que mencionar que en el parque Río existían dos grupos, los encargados de la zona oriente y otro más en la poniente.
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Pero se toparon con otro problema, ya que según el reglamento de la Asociación de Futbol de Nuevo León, basado en el Sector Amateur de la Femexfut, cada árbitro debería cobrar como mínimo el 50 por ciento del ingreso por encuentro.
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O lo que es lo mismo, si la liga cobraba 360 por equipo, sumaba un total de 720, por lo cual era justo que al silbante se le debía pagar 360 pesos por encuentro, sin embargo la liga solamente les daba cien, para dejar una ganancia bruta de 620 pesos por encuentro.
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Y para colmo, el pago a los hmbres del silbato siempre llegaban retardados, no obstante que los equipos pagaban religiosamente su cuota semanal, pues llegaron a deberle hasta un mes de atraso.