Los fanáticos son fáciles de manipular, porque su idolatría en extremo los ciega de la realidad y solo aceptan que sus ídolos son los mejores del mundo y pobre de aquél que no congenie con esa idea.
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Otra de las circunstancias que se involucran entre los fanáticos es la ingerencia de bebidas alcohólicas, que vuelve vulnerable el cerebro, pues no reacciona con ecuanimidad, dado que solo tiene una imágen, que es su equipo favorito.
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Todo lo anterior es un conjunto de situaciones que aportan, para que el individuo pierda el control de sus actos y desata su furia cuando se ve ofendido en el amor propio.
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Es aceptable el ser aficionado al deporte, seguidor de un equipo, pero se reprueba cuando ese cariño se convierte en idolatría, porque eso hace perder la razón encausa a la agresión, con consecuencias lamentables.
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Ahí está el resultado del fanatismo de estos jóvenes que golpearon a los paramédicos, al pasar los estragos de la parranda viene la cruda realidad, donde han perdido su libertad.
-o0o-Y no solamente eso, porque las desgracias vienen en cascada, al perder su trabajo, tener que pagar daños y perjuicios, avergonzar a la familia, los amigos se alejan y se quedan solos, rumiando su coraje y pagando las consecuencias de un fanatismo desmedido.
