Futbol Amateur

El trabajo del profe Porfirio estaba saturado, no obstante que diferentes grupos también deseaban que el estimado maestro les brindara el curso de capacitación.
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Lo anterior fue por el hecho que en aquellos ayeres, solamente el Colegio de Arbitros de Monterrey era el único y autorizado para llevar a cabo los cursos de capacitación oficiales y reconocidos por la Femexfut.
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Pero ante la gran cantidad de trabajo, entra al auxilio el buen profe Liborio Chávez de la Rosa, quien ya tenía tiempo de dar charlas, pero el trabajo se incrementa, lo que fue una buena decisión.
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Esto surge, porque en primer instancia los diferentes grupos de árbitros tenían elementos que no contaban con su curso, además de otros más que llegaban con deseos de integrarse a los grupos.
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Pero se les dificultaba acudir hasta el tercer piso del edificio del mercado Colón, por la distancia, por ejemplo desde San Nicolás, Valle Verde, Guadalupe, San Nicolás o Santa Catarina.
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Por ello decide el profe Porfirio organizar cursos en esas sedes, para que a su vez invitaran a las ligas de la periferie, ya que el objetivo era capacitar la mayor cantidad de elementos que fuera posible, para disminuir la violencia en contra de los hombres del silbato.