Había entusiasmo entre los asistentes y el mismo profe Porfirio, sin embargo en esa primer charla, que por cierto fue de acercamiento, ya que se hizo la presentación del maestro, se dieron a conocer los objetivos.
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Se informó sobre lo importante de coocer las 17 reglas, pero también saber aplicarlas y no se diga en la forma de comportarse de los árbitros cuando se presentaran incidentes durante los encuentros que les correspondía trabajar.
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Se hicieron preguntas y todos estaban deseosos de aprender, sin embargo, al finalizar la reunión preguntamos alprofe Porfirio sus impresiones de la nueva misión que le esperaba.
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El profe Porfirio, honesto como siempre, nos miró y dejó escapar un suspiro de preocupación y comentó; “estos cuantes necesitan mucha ayuda, están muy tiernos”.
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Pero ese pensar no le hizo claudicar en su misión, pues también aclaraba, “ya nos metimos en esto y hay que echarle ganas, que al paso, pero saldremos adelante con estos cuates”.
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Y claro, que apenas un mes después de iniciar las charlas, los resultados empezaban a palparse, en los índices de violencia que estaban a la baja, pues si bien, seguían presentándose agresiones a los árbitros, ya no eran tantas como al principio.
-o0o-Claro que los árbitros de la CNOP se les tildaba como los más “malitos”, pero al tiempo, después del Monterrey, se convirtieron, junto con Valle Verde, Metropolitano, San Nicolás y Regiomontano, en uno de los mejores en el estado.
